martes, 29 de julio de 2008

El pesimismo

Conversando con un antiguo profesor de la Universidad de Tarapacá, me comentaba lo triste que resulta ver casi todo en decadencia: los alumnos cada día peor, el antiguo espíritu de comunidad que ahora brilla por su ausencia, la acumulación de basura en las calles, los signos de dejación y desinterés por todas partes, de la política mejor ni hablamos. Arica tuvo mucha mística, pero ahora abunda la sensación de fatalismo y desaliento.

Conversábamos frente a la antigua casa de 21 de Mayo con Prat, una preciosa construcción patrimonial, con su pintura descascarada, llena de afiches, suciedad y graffitis, todo un símbolo del clima que flota en el ambiente. Don Angel Henríquez, que no era otro el profesor de quien les hablo, me decía con tristeza: "¡Pero si yo conocí esa casa en tiempos mejores, es tan linda y mira como está!". La misma sensación de desesperanza me da a mí cuando veo las casas del casco viejo que alguna vez se pintaron, ahora sucias y llenas de graffitis, la basura esparcida cada noche en las esquinas del centro, o los vertederos en las poblaciones, justo frente a las casas, que ya nadie se molesta en limpiar. Finalmente se convencieron que si limpian cien veces vendrán doscientas a ensuciar de nuevo.

Igual que la casa que les comentaba, Arica es una bonita ciudad, pero está enterrada bajo una capa de basura y paredes rayadas, esto es lo que pasa cuando se pierde la mística y ya nadie cree que valga la pena hacer cosas o solucionar los problemas, tenemos el potencial pero no se desarrolla. Sé que ya he escrito alguna vez acerca de lo mismo, pero nunca está demás repetirlo, parece que nos acostumbramos a vivir entre la basura y ya es algo que a nadie le molesta.

Con todo yo sigo siendo un fanático de Arica y convencido que no hay otro lugar con mejor calidad de vida que acá, pero es urgente un cambio de actitud y supongo que la Municipalidad debería liderar este cambio. Ahora que vienen elecciones ojalá que algunos candidatos ofrezcan menos cosas, pero más prácticas, como resolver el problema de la basura, ¡Como cambiaría nuestra ciudad si lograran mantenerla limpia! Una campaña para renovar las fachadas del casco viejo y mantenerlas bien pintadas, sólo eso. Mientras exista la idea de la Municipalidad como botín de guerra, fuente de trabajo dulce para los amigos y se ofrezcan proyectos milagrosos, estamos mal. Primero que se preocupen de lo más básico como el aseo y la pintura. Ofrezcan poquito pero bueno y sobre todo ojalá que no se conviertan en transformer después de ser electos. Si lo que necesitamos no es mucho más que eso.

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