domingo, 11 de mayo de 2008

Globalicemos Arica

La globalización produjo una serie de cambios, que achicaron el mundo de manera inesperada. Muchos se preguntan si no estamos en peligro de perder la identidad. El peligro es real, pero todo depende de cómo lo enfrentemos. Si creemos que el progreso consiste en copiar y asimilarnos a la cultura mundial, claro que perderemos nuestra alma. Los chilenos tenemos una sólida tradición de copiones y muchos sueñan con rehacer nuestro país como un modelo, de bajo presupuesto, del mundo desarrollado. La pérdida de identidad y las tradiciones en nombre del modernismo es algo muy característico en Chile.

Pero, si no perdemos la brújula, en un mundo global nuestra originalidad se hace valiosa, podemos globalizarnos, ser apreciados en el resto del mundo por lo que somos y no ser sólo el secreto local de unos pocos. Así como las cosas buenas nos llegan rápidamente de otras partes, nosotros también podemos sacar lo mejor que tenemos, tal como se expandió el MacDonald's o la comida china por todo el planeta. La globalización no es sólo recibir.

Desgraciadamente, en Arica muy pocos entienden que nuestro valor está en la originalidad. Lo que nos hace únicos es el estilo de vida, el clima, la calidad de oasis, nuestra tradición multicultural, el tamaño pequeño, la riqueza natural e histórica. Cuando reclaman porque el comercio cierra a mediodía y no se construyen grandes edificios como en Iquique, se muestra provincianismo en el peor sentido de la palabra, ignorando lo fundamental que es el estilo de vida. Apelan al turismo, sin tener idea de lo cotizada que es una ciudad relajada en estos tiempos.

Arica debiera globalizarse cuanto antes, aceptando lo bueno de afuera y dando a conocer en todo el mundo lo bueno que nosotros tenemos. Cuidando nuestra naturaleza, nuestras viejas casas, nuestro relajado estilo de vida, costumbres y tradiciones; esos son los tesoros que debemos exportar, desde un real amor hacia lo que somos y no con folletos de falso paraíso tropical. Cuando hablo de crear valor para la ciudad, me refiero precisamente a eso, a darnos cuenta de lo valioso que son las cosas que hemos tenido desde siempre y a difundirlas.

Tarde o temprano se irá generando una sinergia en la ciudad, cuando las autoridades se den cuenta que esa es la oportunidad y el camino. Diferenciarse es la forma correcta de hacer las cosas en el mundo globalizado. Dejemos de lado a los copiones, usemos el cerebro y globalicemos Arica, porque con Internet eso ahora es factible.

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