sábado, 7 de mayo de 2011

Buenas noticias

El Gobierno Regional ha anunciado varias noticias excelentes para el turismo en Arica: el esperado mejoramiento de Playa La Lisera, remodelación del Parque Ibáñez y del casco antiguo de la ciudad con nuevos paseos peatonales. También se anunciaron conversaciones para la recuperación del Muelle Chinchorro, así como el retiro de las instalaciones de bombeo en el Lago Chungará para implementar un mirador en el lugar.


Creo que los ariqueños debemos felicitar a los impulsores de estas ideas así como de todas las que mejoren la infraestructura pública sin perder nuestra identidad, que es lo más valioso que tenemos.

Pero ahora viene lo bueno, así como felicitamos los anuncios también debemos estar atentos para que se hagan efectivos. ¿Cuántas cosas se han anunciado en Arica que jamás se cumplieron? Mejor no me hagan acordar, llenaría varias columnas con eso. Atentos entonces a cuando empiecen a dinamitar las rocas que cierran La Lisera, o mejorar el parque y todo lo demás, yo seré el primero en aplaudirlo cuando lo vea, de verdad me gustaría que me cobren la palabra pero no en cinco o diez años más.

También debemos estar atentos a que no se repitan la improvisación ni las incompetencias profesionales que caracterizaron la remodelación de la calle Colón, se está gastando plata de nuestros impuestos y lo más lógico es que como ciudadanos, y dueños comunitarios de los espacios públicos, reclamemos cuando las cosas se hacen mal o con derroche, así como debemos aplaudir y felicitar cuando se hacen bien. Y a propósito de aplaudir tengo que mencionar a Fernando Antequera quien, además del Terra Amata ahora inauguró el Club de Jazz de Arica. No se trata sólo del beneficio personal de los negocios, sino de las externalidades que generan, el sector Yungay se ha valorizado gracias a esos locales pioneros, Fernando también me contaba de sus deseos de hacer un festival de jazz en Arica. ¡Qué idea más buena! Ojalá que reciba apoyo y podamos tener un festival todos los años en Arica. Muchos hablamos y reclamamos, pero él se metió la mano al bolsillo y apostó su plata en la ciudad, mi admiración por eso, porque muy pocos lo hacen.

Los honores y reconocimientos cuestan muy poco, pero significan mucho para los que los reciben, es casi un deporte local señalar con el dedo y criticar a los que tienen figuración pública, hasta parece que tenemos una especie de vicio de tirar para abajo a los que se destacan. Es necesario criticar cuando las cosas se hacen mal y hay muchas cosas que merecen crítica, pero también hay que reconocer las cosas bien hechas, ambas cosas son necesarias para fomentar lo bueno y corregir lo malo. Para que ser mezquinos con lo que no cuesta nada.

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