Energía de respaldo

Pensar en terremotos no tiene nada de alarmista, los planes de contingencia deberían ser naturales viviendo en una zona de alto riesgo sísmico, y cada decisión pública o privada debería evaluarse con esa posibilidad en mente.

Pero no hay que pensar solo en lo que ocurre durante un terremoto sino después. Por ejemplo muy pocos han pensado en nuestra dependencia eléctrica del Sistema Interconectado del Norte Grande. Ya vimos lo que ocurrió al fallar la subestación Charrúa del Sistema Interconectado Central, que dejó sin energía a buena parte de los usuarios del país, creo que en Arica estamos en una posición mucho más vulnerable porque difícilmente tendríamos prioridad frente a la gran minería en caso de una falla catastrófica del sistema.

Con eso en mente, creo que se debe considerar la generadora proyectada en Cerro Chuño, que nos permitiría mayor independencia energética. Sumado a lo que aporta la central de Chapiquiña y la de avenida Santa María, podríamos tener seguridad de suministro desde fuentes propias en caso de emergencia, no olvidemos nuestra geografía, donde basta con que se corte un par de caminos y Arica queda completamente aislada. La central proyectada es de cuatro motores de fuel oil, ubicados arriba del cerro que seguramente contaminarán mucho menos que los camiones bolivianos que se estacionan en el puerto. En caso de emergencia, sin electricidad tampoco tendremos suministro de agua, ojala seamos previsores y no nos dejemos llevar por discursos bonitos basados en argumentos emocionales y llenos de retórica. Más vale prevenir que lamentar.