sábado, 7 de mayo de 2011

Otra vez las sirenas

Esta debe ser la tercera columna donde pregunto por el sistema de sirenas que, supuestamente, nos iban a alertar antes de un tsunami, también envié cartas al Director sobre lo mismo y –como era previsible- todo fue recibido con la más completa indiferencia. Las sirenas ya son parte del folklore ariqueño y a estas alturas se hace difícil hablar en serio sobre el asunto. Han aparecido las cifras comprometidas cercanas al millón de dólares por lo que supongo que estos míticos artilugios, que se vienen anunciando desde el 2005, deben ser bañadas en oro para prevenir la corrosión marina. Ya ven, es imposible tomar el asunto en serio.

Tiene que ser un chiste. Somos una ciudad que se enorgullece de estar preparada para un tsunami, pero la Gobernación Marítima y la Intendencia Regional, donde se concentran los servicios vitales de emergencia, están ambas ubicadas bajo la cota de inundación, ¡es decir serían las primeras en desaparecer en caso de salida del mar! Pensar que mientras muchos conciudadanos miran con ilusión la oficina del Intendente, ni se imaginan que ese trabajo puede ser mucho más peligroso de lo que parece. Seamos francos, desde hace muchos años estamos esperando un gran sismo en la zona y el terremoto del sur nos recordó lo que preferiríamos olvidar: que estamos viviendo en uno de los lugares más peligrosos del mundo con una preparación cercana a cero. Ahora que vienen nuevas autoridades ojala que sean de la mejor capacidad porque si no, se repetirá la historia de Penco y sus alrededores. Y a ver si por fin instalan las multimillonarias sirenas.

No hay comentarios: