sábado, 7 de mayo de 2011

Atornillando al revés

Otra vez los empleados públicos en huelga. Nuevamente la gente que pasa por Chacalluta ha tenido que soportar horas de demora en la frontera gracias a funcionarios de Aduanas y SAG, que durante todo el año se dedican a fiscalizar y recordar a la gente sobre lo importante que es cumplir la ley, pero ellos mismos no se demoran nada en actuar ilegalmente cuando sus dirigentes sindicales así lo ordenan. Lo más curioso es ver a tantos inamovibles reclamando contra los despidos, como si en el sector público tuviesen ese problema. Probablemente muchos funcionarios no estarán de acuerdo con esta actitud que perjudica a la gente, pero los dirigentes, que son los únicos beneficiados finales con estas demostraciones de poder, se encargan de alinearlos con pitos y carteles.


Parece que un gran sector de los funcionarios públicos trabajaran contra Chile. Si alguien normal comete una ilegalidad le caen las multas y las penas del infierno, sin embargo, a ellos no les pasa absolutamente nada, hace un tiempo hasta los premiaron con un bono por haber desobedecido la ley. Las municipalidades y otras oficinas fiscales pagan sus deudas cuando les da la gana, no por falta de fondos, sino por mala gestión de los que administran. Los pagarés en Chile prescriben pasado cierto tiempo, pero no todos porque las deudas con el Fisco no prescriben nunca, los que firmaron un pagaré hace 25 años por crédito fiscal siguen en Dicom y la Tesorería se hace cobro sumario quedándose cada año con sus pagos provisionales retenidos en exceso.

Conversaba con un conocido académico de la Universidad de Tarapacá que fue gerente de control de la Junta de Adelanto y me contaba cómo se controlaban los proyectos en esos años. La plata que manejaban no era tanta, probablemente menos que la que dispone ahora el Fisco para invertir en la región. Entonces ¿dónde están las obras? ¿Por qué ahora no se hacen centrales hidroeléctricas, poblaciones, costaneras, universidades, casinos, terminales, avenidas, todo menos el Morro como se hacía en esos años? Mala gestión, la plata se va en estudios, que antes los hacía la propia Junta de Adelanto y no costaban más que el sueldo de sus profesionales. También existía un estricto sistema de seguimiento y control interno de cada proyecto ejecutado, que hacía la gran diferencia.

En los años 70 se hablaba mucho de los mandos medios que atornillaban al revés, han pasado casi 40 años y volvimos a lo mismo. Claro que no es todo el sector público y muchas autoridades se preocupan, incluso unas pocas veces en el año se anuncia una inversión ambiciosa, que a veces hasta se ejecuta bien. Lástima que eso no sea lo normal sino sólo la excepción.

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