sábado, 7 de mayo de 2011

Perú crece más, nosotros menos

Nuestros vecinos peruanos, alcanzaron en el año 2008 una marca histórica de crecimiento económico con un 9.84 por ciento, superando a China que tuvo un 9 por ciento y para que hablar de Chile que, si no me equivoco, tuvo un crecimiento cercano al 4. Se dice que cada punto de mayor crecimiento equivale a reducir en varios miles el número de pobres, aunque esto es controversial, pues algunos afirman que el crecimiento por sí solo no reduce la pobreza. Bueno, si no reduce la pobreza por Dios que ayuda.


Es curiosa la gran diferencia de desempeño entre Perú y Chile el año 2008, seguramente hay muchas explicaciones pero la realidad es que somos países vecinos y hace unos quince años la situación era exactamente opuesta. También es curioso que en Perú el Presidente Alan García tiene entre el 20 y 30 por ciento de aprobación, mientras que la Presidenta Bachelet tiene alrededor del 50 por ciento ¿será que la gente valora más a sus presidentes cuando al país le va mal?, parece que sí, Hugo Chávez y Evo Morales son dos buenos ejemplos de eso.

Tal vez la explicación es que los frutos del crecimiento no se ven de inmediato sino que toman varios años, no así sus costos que se sienten desde el principio. Por eso mismo un gobierno puede gastar mucho en asistencialismo y mientras regala a destajo todos se mantienen contentos, esto dura hasta que la plata y el crecimiento se terminan.

En los años noventa, el Presidente Fujimori implementó grandes transformaciones económicas en Perú, vinieron otros de muy distinto signo pero la dirección económica se mantuvo con Toledo y su ministro Kuczynski. Previsiblemente Toledo salió del poder con tremenda impopularidad, luego llegó Alan García en medio de la general desconfianza, por el recuerdo de su anterior mandato, pero aquí es donde se produjo el verdadero milagro peruano, cuando el Presidente García tuvo la inteligencia de reforzar y profundizar las políticas que venían siendo exitosas. Los resultados hoy están a la vista.

En Chile ocurrió todo lo contrario, ¿qué habría pasado si el primer Presidente de la Concertación hubiese hecho lo mismo que Alan García profundizando las medidas que dieron 10 años de crecimiento sostenido a Chile? Trabajé en Perú el año pasado y sé que tienen muchas debilidades, pero también tenemos cosas que aprender de ellos. A diferencia de Chile cada proyecto de inversión pública allá está sometido a un estricto seguimiento y supervisión independiente de los ejecutores, cosa que en Chile no existe. Tal vez por eso deberíamos empezar, controlar en serio la inversión pública para desterrar el "como voy yo ahí" podría ser un buen punto de partida.