sábado, 7 de mayo de 2011

Inmigración y burocracia

Con la crisis financiera ha surgido un ambiente de pánico entre los jubilados de los países desarrollados, pues la suerte de sus fondos de pensiones depende en gran medida de la suerte de los bancos y aseguradoras, que están enfrentando serios problemas. También existe un gran número de personas que han perdido su trabajo en la industria automotriz y otros rubros que han decaído a consecuencia de los problemas financieros. Es decir, existe un número creciente de personas que ya no pueden costear su vida en esos países.


Como manejo un sitio web que entrega información en inglés para quienes consideran expatriarse en Chile, veo este año como han aumentado las consultas acerca de nuestro país y específicamente de Arica. No es algo nuevo, en el año 2005, mucho antes de la crisis, llegó la primera familia desde Seattle, quienes vivieron un año en la ciudad y así han llegado otras tanto de Estados Unidos como de Europa. Pero la mayoría después de un tiempo se devuelven, incapaces de adaptarse a nuestra burocracia.

Desde que un extranjero llega al país con intenciones de establecerse encuentra problemas, partiendo por la cantidad de dinero que puede ingresar sin problemas, limitada a diez mil dólares, para cualquier monto superior tiene que recurrir a trámites que no están claramente explicados en ningún lado, obviamente nadie se va a cambiar de país con tan poca plata en el bolsillo.
Luego el extranjero necesita una visa de residencia temporal, debe ir a una oficina repleta de inmigrantes de países vecinos tratando de regularizar su situación, es sometido a requisitos más o menos imposibles a menos que tenga un contrato de trabajo o una pensión considerable, cuando la mayoría viene precisamente a comenzar un negocio o trabajo a Chile. Si ni el mismo Douglas Tompkins ha logrado obtener una visa temporal, es de imaginar como será para el resto. De allí viene una cadena de trabas e imposibles, sin visa no pueden abrir una cuenta bancaria, ni ejercer legalmente una actividad económica, contratar un plan de telefonía celular y ni siquiera el servicio de Internet, es el círculo vicioso de la burocracia que desanima hasta al más perseverante.

Chile y en particular Arica tiene las mejores condiciones para recibir inmigrantes de Estados Unidos y Europa, tenemos mucho de lo que ellos más aprecian: seguridad física, financiera, buen clima, naturaleza, costo de vida relativamente bajo, tranquilidad. Pero también tenemos la burocracia, un monstruo que desafía la lógica y la paciencia de cualquiera. Terminar con la burocracia no costaría plata y podríamos vernos beneficiados con una fuga de cerebros, esta vez en sentido inverso.

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