sábado, 7 de mayo de 2011

Reciclaje de aguas servidas

Arica es uno de los lugares más secos del mundo y desde hace un tiempo esto se ve reflejado en las áreas verdes de la ciudad, sin embargo, basta viajar a Tacna, que también tiene problemas de suministro de agua, y veremos frondosos jardines por todas partes. Esto se explica porque desde hace muchos años nuestros vecinos vienen tratando las aguas servidas, que se usan para regar plazas y parques públicos.


Parece que en nuestra súper estudiada ciudad nunca han pensado aprovechar los quince millones de metros cúbicos de aguas servidas que cada año se arrojan al mar. El emisario, construido en los ochentas, se proyectó originalmente para un sistema integral de tratamiento de aguas servidas, pero tal como ha pasado muchas veces en Arica las etapas posteriores no se hicieron nunca. Han pasado unos veinte años y cada cierto tiempo aparecen noticias sobre fugas en el emisario, no nos extrañemos si no se hace nada hasta que las fecas empiecen a cubrir la playa. Así vemos como en la ciudad más árida del mundo se siguen botando al mar millones de metros cúbicos de agua con un rústico tratamiento, que pagamos nosotros mismos en la cuenta mensual del agua potable.

Junto con eso se anuncia una inversión de muchos millones de dólares para una planta desaladora. ¿Quedará plata para reparar el emisario después de eso o lo seguiremos usando igual hasta que reviente? ¿Dependerá nuestra cuenta de agua en el futuro del precio del petróleo, porque cuando subió el petróleo la desaladora en Antofagasta estuvo a punto de irse a pique?
El tratamiento de las aguas servidas es una tendencia mundial, las desaladoras requieren subsidios que al final pagamos todos. El tratamiento de aguas servidas permitiría multiplicar las áreas verdes a bajo costo y bajaría el riesgo de colapso del emisario.

Si tenemos ventajas comparativas con el turismo, que es una de las pocas actividades que se ha desarrollado sin necesidad de subsidios, lo lógico sería invertir en proyectos sustentables que permitan regar más áreas verdes a un menor costo. Los proyectos relacionados con la ecología son atractivos para los turistas, no es necesario que las aguas servidas se transformen en agua potable, basta con que sean aptas para regar parques y jardines de manera segura. Pero al parecer a nadie le importa ver la ciudad cada día más café, con sus contenedores azules de basura formando pequeños vertederos en cada esquina. Tratar las aguas residuales, revitalizar las áreas verdes, mejorar el pésimo manejo de la basura ¿será tan difícil de lograr?, parece que no porque en Tacna, a escasos 60 kilómetros de nuestra ciudad, esos problemas están controlados.

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