sábado, 7 de mayo de 2011

Valor futuro

El valor futuro como concepto de inversión es muy interesante. Supongamos que una empresa necesita contratar a una persona para un trabajo delicado, si busca alguien con experiencia y muchos títulos le saldrá caro, su reputación ya está consolidada y habrá que pagar por ella. Si contrata en cambio a alguien talentoso pero sin credenciales podría hacer un gran negocio, si es que resulta tan bueno como se espera. Otro ejemplo es el valor bolsa de las empresas que no sólo se fija por su patrimonio o la solvencia de sus balances, sino por lo que puede llegar a ser. Por eso empresas como Google y Yahoo alcanzaron un valor bolsa millonario mucho antes de producir ganancias.


Igual que como ocurre con personas y empresas, las ciudades tienen valor futuro. En Arica lo saben muy bien los que compraron propiedades en 21 de Mayo o en la población Magisterio hace varias décadas, cuando a nadie le interesaban porque estaban muy lejos o no veían futuro a la ciudad, ahora valen una fortuna. Ese es un buen ejemplo de cuando las personas invierten, con la visión de que algo que hoy no vale nada y puede valer mucho en los años que vienen.
La idea de valor futuro no funciona durante un boom, comprar cuando la situación está buena no tiene gracia ni da grandes ganancias, pero se requiere visión y riesgo al invertir en personas, empresas o lugares actualmente depreciados pero con potencial de crecimiento, el valor futuro siempre es una apuesta porque podrían pasar varios años sin que la situación mejore, pero en el riesgo están las ganancias.

Hay razones para pensar que Arica tiene mucho valor futuro, una es que nuestra ciudad ha pasado por varios ciclos económicos de bonanza y depresión y que el último ciclo depresivo, desde el shock de Fujimori, lleva casi dos décadas, lo normal en economía es que en algún momento la situación empiece a mejorar, lo que a veces ocurre por caminos que los expertos ni se imaginan. Otra razón que hace interesante invertir en Arica es una ventaja competitiva que hoy en día nadie valora y que nadie nos podría copiar: un clima perfecto al borde del mar.
Menos mal que, a pesar de los intereses creados nuestro desarrollo se ha ido alineando hacia el turismo de una manera natural, la base de una buena estrategia es tener un solo objetivo potente y no muchos débiles. En la medida que el Estado deje de ayudar a los malos negocios nuestro valor futuro se convertirá en valor presente y un ciclo de vacas gordas comenzará de nuevo, pero esta vez sobre bases mucho más sólidas.

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