sábado, 7 de mayo de 2011

No hay otra

Esta es una columna que preferiría no haber escrito, porque es algo frustrante y repetido. En las últimas elecciones municipales recuerdo que uno de los candidatos dijo que ser Alcalde no significaba solo preocuparse por el aseo y ornato, lo que me movió a escribir que si alguien se comprometiera a solucionar solo esas cosas tendría mi voto asegurado, porque eran de los peores problemas en nuestra ciudad.

Ha pasado el tiempo y nuestra bella Arica sigue convertida en un chiquero. Y no solo lo digo yo, porque adonde voy escucho lo mismo, basta leer las Cartas al Director de este mismo diario para ver que no soy el único que se ha dado cuenta del problema. Las campañas de propaganda y los disfraces no solucionaron nada, siguen los micro vertederos en las esquinas y para que hablar de las poblaciones o las playas. Es una responsabilidad fundamental que no se está cumpliendo. Mi queja no es política porque hemos tenido gobiernos locales de distinto color y ninguno ha solucionado el problema, es evidente la falla de gestión.

Una excusa fácil es quejarse de la falta de conciencia de la gente, pero eso no vale porque los cambios siempre tienen que venir de arriba, no de la gente común. Ser agente de cambio es el trabajo de los líderes y si no hay cambio la responsabilidad es de ellos. La licitación con un solo postulante para externalizar el aseo o la toma de la playa El Laucho muestra que somos un pueblo manso que aguanta cualquier cosa. Es desagradable reclamar siempre sobre lo mismo, pero ¿que hacer si los problemas no se arreglan? Solo seguir reclamando, no hay otra.

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