sábado, 7 de mayo de 2011

Feliz cumpleaños Arica

Junio es el mes de los ariqueños. En Santiago y otras ciudades los nostálgicos de playa El Laucho y de la ex isla El Alacrán se juntarán a recordar las noches que pasaron en el Cuchi-Cuchi, allá por los ochentas, los compañeros de colegio, las vueltas por 21 de Mayo ¡Arica está de cumpleaños!
Como cada año el Campeonato Nacional de Cueca resuena en el Estadio Carlos Dittborn, es el último superviviente de una serie de tradicionales eventos que se hacían en nuestra ciudad hace años. Cómo olvidar el Concurso de Reina de las Playas y Piscinas de Chile, creado por don Carlos Salas Iglesias o la Feria Internacional de Arica donde exponían las industrias locales. Ya no quedan reinas ni menos industrias, todo eso se fue para el recuerdo.


Pero "Arica, siempre Arica hasta morir" es un sentimiento que sigue vigente en todos nosotros, antes y ahora. Mucho más en los que viven lejos de este soñoliento y muchas veces aburrido rincón de América del Sur, esos que para estas fechas se juntan para añorar su ciudad y cantar el himno más hermoso que ha tenido ciudad alguna, ese gran regalo que nos dejó don Pedro Ariel Olea, que pese a no ser ariqueño pidió que esparcieran sus cenizas en el Morro. Mi saludo para todos esos ariqueños que desde muy lejos recuerdan la ciudad cada siete de junio, que leen La Estrella y viven extrañando la ciudad desde lejos. Mi amigo Freddy, ariqueño que vive en California hace muchos años me escribió una vez "Arica la bella, con río sin agua y montes sin leña".

A nosotros, que vivimos acá, a veces se nos olvida lo lindo que es tener el sol brillando buena parte del año, vivir a la orilla del Océano Pacífico y encontrarnos con gente que conocemos y nos conoce cada vez que salimos a la calle, lo que en otras ciudades es una rara coincidencia acá es cosa de todos los días, nuestros hijos se hacen amigos de los hijos de nuestros amigos. Todavía somos una comunidad y ojalá que eso nunca se pierda.

En fin, nuestra ciudad está de cumpleaños. Celebremos la suerte de vivir en uno de los mejores lugares que existen, tranquilo, barato, seguro y amigable. Y ya que está de cumpleaños, por qué no le hacemos un regalo a Arica: pintemos la muralla de la casa, limpiemos el frente, recojamos los escombros, saquemos la basura del techo, dejemos de lado las peleas entre ariqueños. ¿Por qué no limpiamos Arica? No sólo de la suciedad y la basura, también del pesimismo, de las movidas, el chaqueteo, que también son una forma de basura. Con eso podemos retribuir un poquito tantas cosas buenas que nos da nuestra querida cuidad todos los días, "con su Morro imponente besado por el mar".

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